Transforma el conflicto en conexión real
Las parejas no se rompen de un día para otro. Se desconectan, se hieren, se distancian… hasta que un día ya no saben cómo volver a encontrarse. La buena noticia es que el conflicto no siempre es el final, puede ser el inicio de una conversación distinta.
La terapia de pareja no es un juicio para decidir quién tiene razón. Es un espacio para volver a escucharse, comprender qué dinámicas se han instaurado en la relación y aprender a comunicarse desde otro lugar.
Aquí no buscamos volver a como eran antes. Buscamos construir algo nuevo con lo que hay ahora.
Muchas parejas consultan cuando ya se sienten al límite. Pero también es posible acudir antes, cuando aparecen los primeros signos de distancia o dolor.
Discusiones constantes o silencios incómodos
Problemas de comunicación o heridas no resueltas
Falta de deseo, intimidad o contacto físico
Infidelidades o rupturas de confianza
Crisis por maternidad/paternidad o convivencia
Dudas sobre la continuidad de la relación
Desequilibrios de poder, dependencia o falta de autonomía
En algunos casos, la terapia puede ayudar a reconstruir la relación. En otros, acompaña a la pareja en un proceso de separación consciente y respetuosa.
Las sesiones son conjuntas, aunque a veces se intercala alguna individual para comprender mejor el contexto.
No hay “culpables”: trabajamos sobre las dinámicas, no sobre personas.
Cada sesión se adapta a la situación emocional de la pareja.
Se trabaja la escucha activa, la validación emocional, el diálogo honesto, el manejo de conflictos, la gestión del deseo y la intimidad.
La duración habitual del proceso es entre 8 y 16 sesiones, dependiendo de la historia y el compromiso de la pareja.
👉 El objetivo no es “que todo vuelva a ir bien”, sino que ambas personas puedan sentirse vistas, respetadas y libres de decidir qué tipo de relación quieren construir.
En muchas parejas, el conflicto no está solo en lo que se dice… sino en lo que no se desea. La sexualidad y el deseo son aspectos centrales de la relación de pareja y también pueden verse afectados por el estrés, el resentimiento o el desgaste.
Estoy especializada en terapia sexual de pareja, y puedo ayudarte a:
Entender qué bloquea el deseo o la excitación
Reconectar con el placer, más allá de la rutina
Abordar temas como anorgasmia, disfunción eréctil, dolor, diferencias de apetito sexual, etc.
Recuperar la intimidad desde la seguridad, la ternura y la complicidad
Además, tengouna sensibilidad especial hacia las relaciones interculturales, donde pueden aparecer conflictos relacionados con diferencias de idioma, educación emocional, género, religión o expectativas familiares. Esto forma parte del espacio terapéutico y se aborda con respeto y perspectiva cultural.